Jack McCoy. El hombre que filmó el alma del surf (y no con un iPhone)

Jack McCoy en acción

No hacía películas.
Hacía magia con olas.

Hoy se nos ha ido Jack McCoy.

Y con él se va una forma de mirar el surf que ya casi no existe.
Sin filtros.
Sin postureo.
Sin drones.

Solo el mar, una cámara y un tipo que sabía ver lo invisible.

¿Sus pelis? Green Iguana, Bunyip Dreaming, Blue Horizon…
Y sí, capturaban olas.
Pero en realidad capturaban otra cosa.

El alma.
La esencia.
Esa que se nos escapa cuando tratamos de explicarla con palabras.

Gracias, Jack, por tu arte.
Por enseñarnos que el surf también se escucha en silencio.
Y se siente en la piel, aunque estés seco y frente a una pantalla.

Hasta siempre, Jack.

🎬 No era cineasta. Era chamán con una cámara

Jack nació en Los Ángeles en 1948, pero lo suyo no era el asfalto.
Era el agua. El azul. El ruido del mar.
Y muy pronto se mudó a Hawái.

Ahí empezó a ver el surf desde donde nadie lo estaba viendo, desde dentro.

Mientras el resto grababan desde la playa, él ya estaba metido en el pico con una carcasa casera y una cámara de 16 mm al pecho.
Tragando agua. Jugándosela en cada serie.
Sin estabilizador. Sin guion.

Solo una toma. Una ola. Un milagro.

The Green Iguana, psicodelia en el agua y Occy en estado puro

The Green Iguana
  1.  

El mundo no estaba preparado para esto.

Jack agarra a Mark Occhilupo, Occy, que venía de una tormenta personal y física… y lo mete en una peli que parece rodada en otro planeta.

The Green Iguana es una experiencia.
No se explica. Se siente.

Cámara lenta. Contraluces imposibles.
Un Occy desatado, surf de potencia pura, en tubos que parecen tragarte.
Y música envolvente, como si Pink Floyd hubiera producido una peli de surf.

Fue ahí donde Jack nos enseñó que surfear también puede ser cine. Del bueno.

Blue Horizon, Andy Irons vs. Kelly Slater. Punto

¿Quieres drama? ¿Pasión? ¿Surf del que duele en el pecho?

Mira Blue Horizon.

Es más que una peli.
Es una guerra emocional.

Andy Irons rugiendo como un león desde Kauai.
Kelly Slater, el samurái perfecto, frío y letal.
Y Jack ahí, cámara en mano, capturando cada mirada, cada set, cada puñetazo en la mesa.

Pero no se queda solo en eso.

Ahí está también Dave Rastovich, el espíritu libre.
El que no compite.
El que no necesita medallas para ser leyenda.

Blue Horizon te agarra y no te suelta.
Es Jack en estado puro, arte, profundidad, tensión y olas perfectas.

Blue Horizon

Otros títulos que también deberías ver antes de que te mueras:

  • Bunyip Dreaming – la magia australiana, sin filtros.

  • Sons of Fun – pura tribu, pura risa, puro flow.

  • Sik Joy – nombre raro, surf de verdad.

  • A Deeper Shade of Blue – su última carta de amor al surf. Un repaso visual y emocional a la historia real del surfing.

No filmaba surfistas. Filmaba leyendas

Jack no se iba con cualquiera.

Delante de su lente pasaron los mejores:

  • Andy Irons

  • Kelly Slater

  • Mark Occhilupo

  • Dave Rastovich

  • Y muchos más que hoy te graban reels desde el parking, pero en los 90 le rogaban una toma a Jack.

Porque sabían lo que significaba: entrar en la historia.

Gracias por tanto, Jack

Nos enseñaste que una ola puede durar para siempre si la sabes contar.

Y tú sabías.
Más que nadie.

Hoy el surf tiene menos magia.
Pero el archivo que dejas es eterno.
Las nuevas generaciones te verán y entenderán.
O por lo menos, lo intentarán.

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